a Valeria Venezia
Hace ya tiempo que la silla contituye uno de los elementos funcionales y decorativos que más atraen la mirada del hombre. Este elemento inprescindible de nuestra cultura occidental ha tenido muchos ojos sobre si y es una de aquellas piezas que nos muestra la huella cultural de una época y momento determinado. Se tiene informaciòn sobre este elemento, a partir del Imperio Egipcio; Faraones en sus sillas fueron tallados en las rocas que aún hoy podemos visitar.
Desde aquel momento, y a través de la historia, la silla ha jugado papeles importantes, tanto en las Cortes Reales y altas esferas de la sociedad, como en el común de la gente. Estas representan el gusto de la sociedad, la materialidad del momento, las tecnologías existentes y el ingenio de sus fabricantes. Podemos hacer una lectura transversal sobre este mismo elemento y enontrarnos con el desarrollo del trabajo en piedra, en madera, en telas, en metal y plásticos. Cada tiempo ha venido involucrando sus condiciones en sus elementos cotidianos y es la silla, uno de aquellos primeros objetos de modificación y experimentación.
Hoy en día, encontrar las piezas mas famosas del diseño internacional es tan fácil como abrir el internet o ir a una tienda de diseño en cualquier calle de una gran ciudad. Pero encontrar en lo vernáculo, huellas palpables de practicidad y diseño no parece tan sencillo; y es por esto que suele llamar tanto la atención. Es en La Guajira, Colombia en donde, entre otros millones de lugares, puedes encontrar en una silla, toda la experiencia del hombre del común.
Sin ningun tipo de grandielocuencia, la silla, contruida con hierros y tejida con plásticos une nuevas tecnologías, con las costumbres ancestrales. El tejido del plástico, recubre las estructuras metálicas que los modernos hubieran adorado por su sencilles y limpieza geométrica. La labor del tejido, es un ritual dignificante para las tribus Wayus que la aplican a nuevos materiales dándoles un significado distinto. El color de la silla invade toda la casa, que por demas es de colores naturales a la arena y la tierra seca que abunda por la regiòn. Es en este elemento donde vemos la combinación del hombre de nuestros tiempos con el hombre del pasado. Es esta silla la huella vernácula que deja el hombre en la historia y que permite que las cosas no sean una sino muchas a la vez, es decir que siempre existen vertientes, caminos, redes desplegados, más allá de la globalización.
2 comentarios:
No solo desirte que cada uno de tus narraciones , cada foto cada observacion cada propuesta me conmueve profundamente , todo eso que estas esplorando cada sitio cada elemento que dice algo a tu interior me sorprende cada ves mas gratamente, Es todo un placer leer tus ecritoa admirar tus fotos y conocer esa alma grande que tienes con esos sentimientos tan bellos Estoy siempre contigo Amor mio.
Hola.
Me gustaría poder tener una silla de estas. Tienes algún contacto?
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