Lo cierto es que el hombre ha dejado el romanticismo pero no de ser romantico, es decir mucha de esa idea se ha perdido a través del tiempo, pero no dejamos de encontrar ejemplos en donde todo lo soñado se ha hecho realidad. Pareciera que la literatura y el cine, han recreado bucólicas imágenes de las cuales el hombre mismo se ha apropiado para pasarlas a la realidad.
El Turia, florece. El Rio Valenciano ha dejado su camino original y se ha llenado de literatura, se ha llenado de realismo mágico y ha empezado desde hace años a florecer. Florece en él, el deporte, la recreación, el espacio de ocio, el espacio cultural, y con esto habitan jovenes, adultos, niños y ancianos, todos tienen cabida en un espacio multiple, un corredor de flujos culturales y urbanos. El espacio que se abre en la mitad de Valencia fluye desde el centro hacia el mar, desemboca en la poco modesta Ciudad de Las Artes y las Ciencias, complejo cultural de talla mundial.
Encontrar un espacio como este nos permite reconstruir un imaginario colectivo, nos permite releer las expresiones del hombre y sentirlas como posibles realidades. Todo cuanto se escribe se imagina y mucho de lo que se imagina puede convertirse en realidad. El rio, el nuevo rio de actividades teje la ciudad, teje la urbe y teje la cultura. Tiene Valencia en este espacio, un eje de calidad de Vida, este eje que la puede proyectar como la ciudad verde y amable de la españa contemporánea.
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