jueves, 23 de julio de 2009

y volver.. nunca es volver

El hombre, no puede volver. El hombre que vuelve, realmente va. Va como quien va al río a bañarse de nuevo. Va al mismo sitio pero a la vez a uno diferente. Volver, es a veces la ilusión del viejo que con mucho ahínco, recuerda su juventud y desearía que toda ella estuviera aquí con el acompañándolo. Es la ilusión que tenemos de un momento determinado de nuestras vidas en donde las circunstancias son unas determinadas, con unas personas determinadas y unos problemas determinados. Todo un complejo mundo seleccionado por nuestra memoria consciente, para endulzarnos con los recuerdos de lugares a donde realmente no podemos volver.

Volver, es ir. Creemos que volver es simplemente llegar al mismo lugar del que partimos. Pero no es así, volver es imposible, en realidad vamos hacía un lugar diferente, similar pero diferente, en donde deberemos desenvolvernos nuevamente, conseguir nuetras cosas, buscar nuestros sueños y aprovechar lo que nos brinda ese espacio en donde ya hemos vivido pero que a su vez, es un habitat nuevo. Vamos hacia ese mundo, dejamos atrás aquel que construimos antes de "volver" y re-creamos un nuevo mundo, imitando aquel al que no hemos vuelto aunque creemos lo contrario.

Este proceso, como la razón me lo puede dictar, conlleva la nostalgia de quienes siendo realidad, se convierten en buenos recuerdos. También la paciencia de encontrarse ante un camino nuevamente no recorrido, el cual debes recorrer, abriendo trocha en donde se deba, siguiendo los pasos de los demás donde se perciba correcto y entendiendo que detenerse no es una opción con la cual trabajar.

Muchas veces quise detener el tiempo en aquellas situaciones y momentos en los cuales creía tener la felicidad en mis manos. Hoy he entendido que haber dejado atrás esos momentos me ha permitido tener cada vez más, nuevos momentos de esa misma sensación, nuevos horizontes, muchos lugares mas recorridos. Si simplemente hubiera detenido el tiempo, nada de eso hubiera sido posible. Es por eso que he dejado de ser aprensivo con los momentos felices, no podré volver a ellos, no podré vivirlos nuevamente pero viviré otros nuevos. Iré caminado, con la incertidumbre siempre emocionante de sentirme, como lo he hecho en los recuerdos que me llenan de optimismo.

Volver, no es volver. La pequeña alusión repetitiva de este post, me convence cada vez más de una vida cambiante, un camino de muchas desviaciones, de muchas posibilidades, de ciclos y de avance. La "vuelta" es como una etapa similar pero con proyecciones diferentes, con las cuales busco ir hacia otro camino con recorridos, ciclos y demás, en donde mis expectativas se renueven al cumplirse las actuales.


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